Guía de diabetes

Objetivos Terapéuticos.

Es lo primero que debe comunicar un médico a su paciente con diabetes, y lo primero que debe conocer el que padece diabetes.

Los objetivos terapéuticos en la diabetes mellitus se centran en el control glucémico, la prevención de complicaciones y la mejora de la calidad de vida del paciente. Según las guías de la Asociación Americana de Diabetes (ADA), los objetivos incluyen:

1. Control glucémico individualizado : El control de la glucosa es fundamental para prevenir complicaciones microvasculares y macrovasculares. Se recomienda un nivel de hemoglobina A1c (HbA1c) inferior al 7.0% para reducir el riesgo de complicaciones microvasculares, aunque este objetivo debe ser individualizado según las características del paciente, como la duración de la diabetes, la presencia de comorbilidades y la expectativa de vida.

2. Prevención de complicaciones : El control temprano y sostenido de la glucosa puede tener efectos favorables sobre el sistema cardiovascular y renal, especialmente si se inicia en etapas tempranas de la diabetes. La prevención de complicaciones microvasculares, como la retinopatía, nefropatía y neuropatía, es un objetivo clave.

3. Manejo de otros factores de riesgo : Además del control glucémico, es importante manejar otros factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión y la dislipidemia, para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

4. Nutrición y comportamiento saludable : Promover patrones de alimentación saludable y conductas positivas de salud es crucial para alcanzar y mantener los objetivos de peso corporal, glucosa, presión arterial y lípidos, así como para prevenir o retrasar las complicaciones de la diabetes.

5. Evitar la hipoglucemia : Es esencial evitar la hipoglucemia, especialmente en pacientes con enfermedad cardiovascular o insuficiencia cardíaca, al establecer objetivos glucémicos más estrictos. 

6. Uso de terapias farmacológicas : Las terapias farmacológicas, como la metformina, los agonistas del receptor de GLP-1 y los inhibidores de SGLT-2, son componentes importantes del tratamiento, ofreciendo beneficios adicionales para el control del peso y la reducción del riesgo. cardiovasculares y renales. [4]

Estos objetivos deben ser adaptados a las necesidades individuales de cada paciente, considerando factores como la capacidad de autocuidado, el apoyo social y familiar, y las condiciones económicas.

Resistencia a la insulina

La resistencia a la insulina es una condición en la que las células del cuerpo no responden adecuadamente a la hormona insulina, lo que resulta en una disminución de la capacidad de la insulina para regular el metabolismo de la glucosa en tejidos como el músculo, el tejido adiposo y el hígado. Este fenómeno es una de las primeras manifestaciones de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

En condiciones normales, la insulina facilita la entrada de glucosa en las células, promoviendo la glucogénesis en el músculo esquelético y la lipogénesis en el tejido adiposo y el hígado. Sin embargo, en la resistencia a la insulina, los transportadores de glucosa en las membranas celulares no responden adecuadamente a la insulina, lo que impide la internalización de la glucosa en las células y conduce a la hiperglucemia.

La resistencia a la insulina puede ser causada por una combinación de factores genéticos y ambientales, y está frecuentemente asociada con la obesidad, la hiperinsulinemia, la hiperglucemia y la hiperlipidemia. Además, se ha identificado que la acumulación ectópica de lípidos en el hígado y el músculo esquelético puede desencadenar vías que deterioran la señalización de la insulina, reduciendo la captación de glucosa en el músculo y la síntesis de glucógeno hepático.

El diagnóstico temprano y la intervención son cruciales, ya que la resistencia a la insulina puede ser reversible en sus etapas iniciales mediante cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y ejercicio regular, así como el uso de agentes hipoglucemiantes.

× Consultas